Era la cuarta vez en su carrera que realizaba la hazaña en una competición internacional.
(Y eso sin contar las puntuaciones normalizadas en Las Vegas, donde ha sumado al menos tres más).
Considerado ya por muchos como quizá el mejor arquero que haya cogido jamás un arco compuesto, en una disciplina que solo busca la perfección, Schloesser ha marcado a menudo la pauta.
Esta historia comenzó en 2015.
Un día de enero en Nimes, Mike Schloesser entró en la línea de clasificación para la vigésima -y última- final de la ronda de 60 flechas. Se había congregado una gran multitud, el rumor de un resultado potencialmente histórico se extendía por las dos sedes del Parc des Expos como un reguero de pólvora.
Hasta el momento había hecho un tiro perfecto de 570 puntos. El anterior plusmarca masculina en compuesto a 18 metros -599, establecida por el canadiense Christopher Perkins - se había mantenido durante cuatro largos años.
No fue fácil. "No podía mantener el punto en el medio. Pensé que la primera estaba fuera... pero volví a mirar y pensé que podría hacerlo", contaba a World Archery allá por 2015. "Mi penúltima flecha fue un poco descuidada... no podía mantener el arco quieto".
"Pero mi última flecha... la sostuve en el centro y se clavó en el centro".
Las tres flechas fueron dieces.
Mike había hecho historia, tirando el primer tiro perfecto de 600 puntos con 60 flechas a 18 metros en competición internacional en sala y estableciendo un récord que puede (y desde entonces tiene) ser igualado pero nunca batido.
Su explicación de cómo lo consiguió es sencilla...
...pero en una disciplina deportiva que se centra por completo en hacer frente a una presión aplastante y en mantenerse en el lado correcto de los márgenes más estrechos -con 10 tras 10-, Mike Schloesser ha tenido más a menudo los márgenes más estrechos.
Esas tres flechas finales en Nimes fueron sólo 60, pero el producto de incontables 100s de 1000s en la práctica.
Pero esas 60 marcaron a Mikey con el apodo de Mister Perfecto.
El danés Stephan Hansen se convirtió en el segundo con un perfecto, disparando 600 en 2017 en Orense, España. Ha habido otros desde entonces. Mike tiró perfecto en Macao en 2019 y luego otra vez en el Abierto de Taipéi el año pasado en 2022, antes de repetir la hazaña en 2023.
Cuatro 600 perfectos*, además de todos los demás grandes reconocimientos.
*(También afirma haberlo hecho más de 20 veces en los entrenamientos).
No entrará en su récord, pero Mike tiene efectivamente dos 600 en Taipéi en 2023.
Uno en la fase de clasificación y otro en los cuatro encuentros perfectos que siguieron.
"Me siento mentalmente muy fuerte", dijo, antes de la final contra Prathamesh Jawkar. "Tengo muchas ganas. Simplemente seguir adelante, haciendo lo mismo. Porque eso ha estado funcionando".
Puede que esas palabras sean desenfadadas y discretas, pero, en el lenguaje de Schloesser, también son seguras.
Los nervios de la década de 2010 parecen ya lejanos en el retrovisor, cualquier lucha con sus propios nervios -un tema constante en sus entrevistas posteriores al estadio antes de la pandemia- parece desterrada.
La duda, la pesadilla de las competiciones, puede atacar en cualquier momento.
Pero con Mike bajo control, centrado y firme en su ritmo -como hemos visto en los dos últimos años en Taipéi- podría ser, literalmente, imparable.
Y mañana en Taoyuan tiene la oportunidad de hacer historia en sala, una vez más.
Un 600 perfecto en la calificación, un 150 perfecto en la primera ronda, otro en la segunda, seguidos de unos cuartos de final y una semifinal sin errores. Ciento veinte dieces. Quince flechas por lanzar.
¿Señor Perfecto? ¿O Mister Legendario? Mañana lo sabremos.
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Autor: Joe Parker | Traducción no oficial: Iñigo C. Sánchez | Fuente: World Archery | Artículo original
